Un reguero de sangre avalado por el pacto antiinmigración entre España y Marruecos
Según pasan las horas aumenta el número de muertos. A estas horas se cuentan ya por decenas e innumerables los heridos. Melilla vuelve a ser un cementerio para quienes tratan de huir de guerras, represión y miseria.
Los sepultureros son los gobiernos marroquí y español que levantan vallas y organizan todo un despliegue policial/militar para impedir, a costa de vidas y represión, que nuestras sagradas fronteras sean violadas.
Las imágenes estremecen a cualquier persona de bien. En cambio, el presidente del gobierno español “se felicita” por la actuación de la policía marroquí. A qué nivel de degeneración y pérdida del norte se puede llegar, por parte de instituciones a las que se llena la boca de declaraciones en defensa de los Derechos Humanos cuando se trata de criticar la actuación de algunos países. La ética queda de lado cuando nos referimos a personas a quienes se ha despojado de su humanidad.
No podemos aceptar semejante monstruosidad. Alcemos nuestra denuncia.