SOS Racismo Gipuzkoa y ZEHAR Errefuxiatuekin presenta la nueva edición de la Mentoría Social con personas refugiadas y migrantes

Hoy, 20 de abril, se ha presentado en el Koldo Mitxelena de Donostia la IV Edición de IZAN HARRERA, proyecto de Mentoría Social con personas refugiadas y, por primera vez este año, migrantes independientemente de su situación administrativa o de protección internacional. La rueda de prensa se ha retrasmitido por streaming en directo en la cuenta de Youtube del Koldo Mitxelena, y está aquí disponible para su visionado en diferido.

En la rueda de prensa han participado:

Silvana Luciani SOS Racismo Gipuzkoa
Lide Madinabeitia ZEHAR Errefuxiatuekin
Alberto Ariño Mentor actual de Izan Harrera
Iñaki Olaetxea Ex mentor de la I Edición
Xabier Vicente Director de la productora audiovisual Laszlo
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Hoy ha dado comienzo la campaña diseñada por Laszo que incluye una serie de 7 vídeos, así como material gráfico en diferentes formatos. La primera de estas piezas ha logrado captar la esencia de la mentoría y de la filosofía de las entidades que participan en el proyecto, centrado en el ocio como herramienta transformadora para conocernos mejor, establecer vínculos que favorezcan una acogida real y romper con prejuicios y estereotipos en la sociedad.

Más de 1500 personas solicitaron asilo en Gipuzkoa en 2022
Un 70% de las solicitudes de asilo son rechazadas

Primeramente, mencionar algunos datos relevantes sobre las solicitudes de asilo.

Según los datos ofrecidos por el Ministerio de Interior, en la Comunidad Autónoma Vasca en 2022 se presentaron 4.086 solicitudes de asilo, de las que 2.023 fueron en Bizkaia, 1.044 en Araba y 1.019 en Gipuzkoa. Este dato señala un notable incremento (136,9%) en el número de solicitudes realizadas respecto al año anterior.

Las principales nacionalidades solicitantes fueron, por este orden, Venezuela, Colombia, Perú, Marruecos, Honduras y Nicaragua.

Con respecto a la protección temporal que se activó a raíz de la guerra en Ucrania, según los datos de la mesa de seguimiento para la acogida de personas refugiadas de Ucrania del Gobierno Vasco, 4.046 personas solicitaron la protección temporal en Euskadi (datos a 15 de diciembre del 2022). 1581 en Gipuzkoa, concretamente.

Teniendo en cuenta estos datos y la realidad de las personas que son atendidas por Zehar, tanto desde las oficinas, como en los centros de acogida que gestionamos en Oñati y Tolosa: acogidas 309 personas (Oñati) y 116 en Tolosa durante el 2022, nos parece imprescindible participar en el proyecto de mentoría social, como parte del itinerario de las personas solicitantes.

Hay que tener en cuenta que cada persona cuenta con su propio proyecto de vida y puede que no sea su momento.

Por ello, a la hora de seleccionar a las personas, para participar como mentorados y mentoradas, es muy importante la voluntariedad. Nadie es obligado a participar, ya que en este caso no beneficiaria a ninguna de las partes.

Muy ligado al anterior, también es muy importante el compromiso, ya que supone verse semanalmente con otra persona y es importante contar con disponibilidad para ello.

Un mínimo conocimiento del idioma es esencial, o que tengan una pareja con la que compartan un idioma para que la comunicación pueda fluir. Esto facilita crear el vínculo. Asimismo, muchas veces con la mentoría social, practican el idioma, el cual es muy importante para su proceso de inclusión, uno de los objetivos principales a su llegada.

Suelen ser personas, solicitantes de PI, que están realizando una vida autónoma, con o sin apoyo, pero que les beneficie poder crear o aumentar su red social. Mayoritariamente, las personas que atendemos, suelen relacionarse entre sí, o con personas en situaciones similares. Con el proyecto de mentoría consiguen ampliar esa red social, ya que crean red fuera de su círculo habitual, algo distinto a lo que se encuentran en su rutina diaria y esto suele ser muy beneficioso para su proceso de inclusión social y consecución de autonomía.

Conocen el entorno donde residen desde otra perspectiva, de la mano de una persona autóctona. Comparten su tiempo con una persona con una cultura distinta a la suya (en la mayoría de las ocasiones), por lo que pueden tanto aprender de la otra persona, como enseñar.

Por lo que hemos visto hasta ahora, la salud mental y emocional de las personas solicitantes de asilo, mejora con este proyecto.

Lide Medinabeitia

Técnica, ZEHAR Errefuxiatuekin

El derecho a salir del círculo de la soledad no elegida

Lucas vino hace cuatro meses. Su madre, Jeicy, fue a por él hasta Honduras. El niño de once años vivía con su abuela desde que la mujer tuvo que atravesar un océano en busca de una vida mejor hace cinco años.

Jenny dejó atrás las arenas de Mali. Mil historias dolorosas que no caben en estas palabras la han desembocado en las calles del País Vasco. Aún espera que su solicitud de asilo se confirme. Ya le han explicado que no tenga demasiadas esperanzas. Más del 70% son rechazadas.

A Rasihd ningún techo le abriga del frío desde que cumplió dieciocho años. El invierno se le hizo presente sin aviso. Solo tiene amigos como él. Amigos en permanente huida. Con el miedo y la incomprensión como compañeros del día a día.

Hablamos de nuestras vecinas y vecinos. Personas víctimas, también ellas, de un sistema económico injusto. Que invisibiliza, cuando no criminaliza a mujeres, hombres, niñas y niños cuyo delito es buscar una vida digna de ese nombre. Vida.

Ante esto, ¿qué hacemos como sociedad de acogida?

Estos son tiempos en los que los bulos, los prejuicios y los rumores son la vía directa a los discursos de odio. Enfrentar las mentiras que abonan los mensajes de las derechas más extremas es una necesidad fundamental si pretendemos ser partícipes de sociedades más cohesionadas y libres de intolerancia.

Frente a todo esto, las gentes de SOS Racismo Gipuzkoa y de otras entidades compañeras de camino decidimos seguir buscando fórmulas que colaboren en esa dirección. Hace ya casi una década pusimos en marcha un ya conocido programa de mentoría social, Urretxindorra, dirigido a preadolescentes de origen migrante. Comprobamos que la herramienta era efectiva y en 2019 dimos inicio a otro programa similar, en colaboración con ZEHAR Errefuxiatuekin dirigido esta vez a personas solicitantes de asilo o refugiadas. A pesar de las dificultades que la pandemia impuso, la valoración que hacemos es positiva. Y es por ello, que en esta 4ª Edición damos un paso ofreciendo también a entidades que en nuestro territorio trabajan con personas migrantes en situación de fragilidad el servicio de mentoría IZAN Harrera.

Y es que éste es el corazón del programa. Asignamos a cada persona refugiada o migrante que lo solicite, una persona voluntaria que le dedique tres horas a la semana a lo largo al menos de siete meses para establecer una relación de amistad que se convierta en un vínculo y que de paso a un progresivo bienestar psico-social. Ello se posibilita a través de la escucha, del acompañamiento mutuo, de la práctica del ocio conjunto, del deporte, de las relaciones socio-culturales, del conocimiento del entorno, del trueque de sentimientos, de las conversaciones largas y sin horario.

Una de las particularidades del ser humano es su carácter social, su necesidad de estar en contacto con las personas que configuran su entorno, su contexto. Tener referencias certeras. No hablamos de ningún privilegio. Más bien se trata de un derecho. Un derecho a salir del círculo de la soledad no elegida.

Así las cosas, se nos presenta un reto considerable. Conseguir un número mayor de personas voluntarias y formarlas en mentoría social. El desarrollo de un programa de mentoría social requiere de una auditada calidad en su ejecución. Por ello priorizamos el cuidado exquisito en la ejecución de la mentoría de cada una de las parejas.

Por todo esto, en esta ocasión hemos apostado también por un mayor esfuerzo mediático que se visualizará en la campaña que les presentamos el día de hoy.

Necesitamos involucrar a ciudadanos y ciudadanas de diferentes áreas y sectores, de manera que la posibilidad de considerarnos un territorio de acogida sea más que un slogan amable y podamos así sentirnos más cómodo/as todas y todos. En este sentido, el apoyo que encontramos en la Diputación de Gipuzkoa y en el Gobierno Vasco, además de numerosas entidades sociales y deportivas de nuestro territorio va en la dirección de la sociedad con la que soñamos.

Si todo esto lo hacemos con la dedicación, la calidad y el amor que se precisa, Lucas volverá a sonreír al sentirse uno más, Jenny y su hija encontrarán un espacio sabiéndose poseedoras de derechos y Rashid reforzará su decisión para encaminarse hacia un futuro posible y más amable. Hablamos de derechos. De los derechos de todas las personas que estamos aquí, y de las que están por venir.

Silvana Luciani

Técnica, SOS Racismo Gipuzkoa