60 personas durmieron en la calle exigiendo la apertura de La Sirena (Donostiako Hiritarron Harrera Sarea)
naiz.eus, 11 de febrero de 2022
El recuento de las personas que dormían en calle la noche del 26 al 27 de octubre, dentro la iniciativa Kale Gorrian, en 23 municipios de la CAV, es concluyente. Es cada vez mayor el número de personas que se encuentran en esa situación. En Gipuzkoa, desde el anterior recuento en 2018, ha aumentado en 132 personas. El 81%, 220 personas, se concentra en Donostia y, en este municipio, se da el mayor aumento en términos absolutos, de la CAV, pasando de 101 en 2018 a los 220 actuales, más que duplicando su número. Si nos atenemos a la tasa por 1.000 habitantes, Donostia aparece muy destacada con el 1,170, muy por delante del siguiente municipio, Bilbao, con el 0,725.
A estas cifras habrá que sumarle el recuento que esa misma noche se hizo de las personas que pernoctan en albergues o se alojan en otros recursos dirigidos a personas en situación de exclusión social. Con esas cifras tendremos el total de personas censadas en situación de sinhogarismo en la CAV. Conscientes, además, de que siempre quedan personas no localizadas.
Los datos, por tanto, son categóricos. El aumento de la cifra de sin techo en Euskadi no deja de aumentar. Y muy en particular, en Donostia. Pero las cifras no lo dicen todo. Son personas, con sus historias de vida a cuestas, con sus ilusiones y sus decepciones, con sus sueños y sus pesadillas, con su capital humano, su saber hacer y sus ganas de futuro. Pero que necesitan, como todas las personas, unos apoyos para salir adelante.
Esos apoyos vienen de las políticas institucionales y de las entidades sociales que nos implicamos en esa atención. Los recursos institucionales, que han aumentado en los últimos tiempos, van muy por detrás de las necesidades. A los hechos nos remitimos. Y las entidades sociales, que procuramos a estas personas una red de apoyo cercana, que les aportamos unos mínimos vitales de alimentación y ropa, que les orientamos en las tramitaciones administrativas, que les asesoramos sobre sus derechos, que les acompañamos en su búsqueda de habitaciones… no llegamos, ni de lejos, a cubrir lo que correspondería a las instituciones.
Asistimos a un momento en que se están habilitando recursos económicos excepcionales para hacer frente a unas necesidades crecientes de los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Desde la Unión Europea, pasando por el gobierno español, y los gobiernos autonómico, foral y local, se están elaborando unos presupuestos para 2023 con ese carácter excepcional.
SOS Racismo demanda de nuestras instituciones, a nivel autonómico, foral y local, que incluyan en sus presupuestos para 2023 unas partidas excepcionales que contemplen la habilitación de los recursos necesarios para atender las necesidades básicas de todas las personas que hoy están en situación de sin hogarismo.
Del ayuntamiento de Donostia reclamamos la apertura todas las noches de invierno de la Sirena, habilitado como local de frio. Tenemos el recurso, con un centenar de plazas. Es suficiente con dotarle del correspondiente presupuesto. Y para que no recaiga exclusivamente en el presupuesto de Donostia, llamamos a implicarse en su financiación a la Diputación Foral y al Gobierno Vasco. De esa forma, cubriríamos también un centenar de las cenas que hoy se dan desde Kaleko Afari Solidarioak, lo que dejaría un número reducido de personas para las que habilitar el correspondiente comedor social. El programa Otorduak demostró que, si hay voluntad, se pueden poner en pie recursos. Pedimos que se vaya más allá, porque recursos hay, ¿voluntad política?
Porque el objetivo de no dejar nadie atrás, no puede obviar a estas personas que tienen los mismos derechos que el resto de la sociedad y que, además de cargar con un enorme sufrimiento, quedan abocadas, en muchos casos, a situaciones de exclusión social.
Donostia 16/12/2022
SOS Racismo Gipuzkoa