JONE URIONAGUENA
SOS Racismo Gipuzkoa

SHEILA PADRONES
Emaús Fundación Social

Continuamos nuestro cruce de caminos en BideGurutzean y, tras conocer la labor de organizaciones como Darkum o Gu Haziak Gara, cruzamos virtualmente el océano para profundizar en el trabajo que hace Cenderos, una organización nacida en 1999 y situada en la frontera entre Costa Rica y Nicaragua que acompaña a personas en tránsito con el objetivo de promover los derechos humanos, económicos y sociales de las personas migrantes.

Para ello, centra sus esfuerzos en el fortalecimiento de lazos comunitarios transfronterizos porque, como construcción social, la comunidad no está necesariamente delimitada territorial y administrativamente por un Estado. Así, Cenderos trabaja tanto con la población migrante como con la costarricense, la solicitante de protección internacional y aquella que, sin necesidad de migrar, habita la frontera haciendo su vida aquí y allá. Todo ello bajo la premisa de que todas las personas son partícipes de lo que ocurre en su entorno y ninguna debe ser estigmatizada y excluida.

En este trabajar con la comunidad en su totalidad la participación resulta un factor clave. Y es que desde Cenderos tienen claro que el personal de la organización no ha de ser intermediario, sino promotor y acompañante de las personas en su propia búsqueda y autonomía. Por ello, apoyan los liderazgos tanto protagónicos como colectivos desde el enfoque metodológico de la Educación Popular, promocionando el pensamiento crítico y el fortalecimiento del tejido social.

Pero migrar deja heridas difíciles de sanar, y por ello Cenderos incide en el acompañamiento psicosocial, un proceso de revisión y sanación que trata de dar sentido propio a la migración, resignificándola como parte del proyecto de vida, aspecto esencial para el empoderamiento de las personas. De este modo, promueven personas como sujetas políticas activas en la demanda de sus derechos, así como en el desarrollo de un proyecto de vida con estabilidad socioeconómica que permita vivir libre de violencia y de todo tipo de discriminación.

Y es en esta búsqueda de una vida libre de violencia donde Cenderos hace mayor hincapié. Para ello, desarrolla diversas estrategias, desde ofertar talleres específicos al funcionariado destinados a formar en primeros auxilios psicológicos, hasta monitorear la respuesta institucional, sin olvidar los recursos destinados a la asistencia inmediata para la prevención del feminicidio y la concienciación a nivel comunitario.

Y, aunque no la única, ésta es una de sus mayores fortalezas porque desde aquí transforman las vidas de cientos de mujeres que logran salir de los ciclos de violencia en que se ven inmersas y encaminarse hacia una vida más plena y enmarcada en un espacio comunitario. En este aspecto, las promotoras comunitarias ejercen roles de liderazgo organizando tardes de café, talleres de cocina, encuentros de artesanía… desde donde acompañan a mujeres diversas en sus procesos vitales y, a través de conversaciones informales, identifican a aquellas que están viviendo situaciones de violencia y las invitan a participar en los diferentes programas gestionados por Cenderos; estos ya coordinados por psicólogas profesionales. En este sentido, cabe destacar que la gran mayoría de promotoras actuales son supervivientes de violencia que vivieron el proceso de liberación en sus propios cuerpos, por lo que saben mejor que nadie cómo acompañar a otras mujeres.

Pero prevenir y erradicar todas las violencias no es la única labor de Cenderos. También trabajan por defender el ejercicio de derechos y ciudadanía y por promocionar un modelo socioeconómico basado en la economía local alternativa. Así, al igual que hicimos con Darkum y Gu Haziak Gara, lo aquí contado es sólo una parte del gran trabajo que hace esta organización. Por ello, os invitamos a conocerla mejor siguiéndolas en sus redes sociales y, si tienes ocasión de visitar Costa Rica, en sus propias comunidades.