Esta mañana medio centenar de personas se ha reunido en el Boulevard de Donostia para protestar contra la explotación laboral en hostelería, a raíz de la detención el pasado enero de tres personas propietarias de dos bares en la parte vieja de la capital guipuzcoana.
El sindicato ESK convocaba hoy una concentración y una rueda de prensa con el objetivo de poner el foco en las condiciones laborales que se dan en la hostelería. Muchas de estas personas son personas migradas en situación irregular, como los 21 trabajadores que identificó la Brigada de Extranjería y la Inspección de Trabajo realizada en el Bar Senra, quienes trabajaban 12 horas al día, 7 días a la semana, sin librar. Algunos de los trabajadores afectados han participado en el acto de denuncia de esta mañana.
El número de personas afectadas podría ser mayor, también en otras localidades de Gipuzkoa, y al propietario del establecimiento también se le ha imputado un fraude a la Seguridad Social de 80.000 euros.
El equipo Jurídico de SOS Racismo Gipuzkoa está asesorando actualmente a un grupo de 10 personas afectadas por el suceso. El sindicato de ESK colabora en lo correspondient a las demandas laborales que se interpondrán.
A continuación, el comunicado del sindicato ESK:
La semana pasada se ha conocido la detención de tres personas acusadas de explotación laboral en dos bares de Donostia, concretamente del bar la Esquina de Senra, en la calle San Jerónimo, y el bar Senra, en la calle 31 de Agosto.
En estos establecimientos trabajaban 21 personas en situación administrativa irregular. Los detenidos, aprovechando presuntamente esta situación, imponían condiciones laborales infrahumanas a estas personas trabajadoras, llegando a trabajar entre 12 y 15 horas diarias, sin descanso semanal.
Denunciamos esta situación, y respecto a declaraciones que hemos escuchado tanto por parte de responsables políticos, como de la asociación de empresarios Hostelería Gipuzkoa, en las que se afirma que esto es un caso aislado, sabemos que esto no es así. Esto es una práctica habitual en Donostia y en el sector de la hostelería en general.
El último convenio de hostelería se firmó en el año 2008, y si ya de por sí las condiciones del sector son precarias, toda la economía sumergida, como es la de este caso, agrava dicha precariedad. En ese sentido, hacemos un llamamiento a todos y todas los trabajadores y trabajadoras a organizarse para acabar de una vez por todas con estas situaciones.
Además de todo ello, exigimos a las instituciones que den una protección real y adecuada a las víctimas. No vale de nada salir en el periódico manifestando indignación y pidiendo contundencia ante la existencia de una red de explotación en la hostelería donostiarra, si luego se deja en situación de total desamparo a las personas afectadas. La realidad es que esta era la fuente de ingresos de estas personas, mediante lo cual sobrevivían. Ahora que no tienen tan siquiera eso, no se les ha dado ninguna alternativa.
Varias de las personas afectadas se han puesto en contacto con SOS Racismo/SOS arrazakeria Gipuzkoa y ESK Sindikatua, quienes van a gestionar todo lo relacionado con su regularización y las demandas relacionadas con el ámbito laboral.