Moad Jamali nunca había asistido a un festival de cine. Tiene 21 años, y llegó hace dos de Marruecos. Ha podido disfrutar del Zinemaldia junto a sus amigos gracias a la colaboración del festival con SOS Racismo. En su 70ª edición, el Festival Internacional de Cine de San Sebastián ha querido acercar a las salas a parte de la ciudad que habitualmente no disfruta del festival, como por ejemplo con las entradas que reservan desde hace unos años para personas en desempleo. En este contexto, también han ofrecido entradas para entidades como SOS Racismo, gracias a las cuales Moad ha podido ver una película de la Sección Oficial en el Kursaal. 

Jamali asistió junto a otros cuatro jóvenes y a voluntarias de iniciativas ciudadanas a ver “Los reyes del mundo”, la película colombiana dirigida por Laura Mora que ha sido premiada con la Concha de Oro a Mejor película. Antes de que fuera galardonada, Moad ya nos recomendaba que no nos perdiéramos este filme que muestra la desgarradora realidad que viven los jóvenes en movimiento como él. La película sigue a cinco jóvenes que viven en las calles de Medellín, sin familia, ni casa, en su viaje hacia la oportunidad de tener un hogar.

Lo que sientes cuando la pantalla refleja tu vida

Hasta en cinco ocasiones el público del Kursaal rompió a aplaudir en la proyección de «Los reyes del mundo» el pasado miércoles, ante las lágrimas de su directora y protagonistas. Varias de estas ovaciones las empezaron Moad y sus amigos, estaban muy emocionados. «Hay una escena en la que los protagonistas no tienen ni ropa seca que ponerse, solo unos pantalones mojados. A nosotros también nos ha pasado eso. El buscar una casa donde dormir juntos, ir detrás de un camión como los chicos de la película…». 

Y es que aunque el contexto sea muy diferente (en el caso de la película habla de descendientes de desplazados forzados dentro de Colombia por el conflicto armado), los jóvenes en tránsito comparten muchos elementos en común, especialmente cuando viajan solos. Se le hacen familiares las trabas burocráticas, las peleas. Sobre todo, el dormir todos juntos. De hecho, Moad comparte la idea de la película de que las personas que te acompañan se convierten en tu familia: «A nosotros también nos pasa, No tenemos familia aquí, pero tengo un amigo y es como mi hermano. Un amigo mayor es mi hermano mayor, un chico más pequeño es mi hermano pequeño».

Y no se refiere solo a otros jóvenes de origen migrante: «Los chicos en la película encuentran a mujeres que los ayudan para dormir, les dan de comer, ducharse… para mí esas han sido Garazi, Amaia, Ane…» Moad menciona a voluntarias de iniciativas como Kaleko Afari Solidarioak, que lleva más de un año dando cenas a personas en situación de calle o de especial vulnerabilidad en Donostia, o Hiritarron Harrera Sarea, la red de acogida ciudadana de la ciudad. «No solo te encuentras problemas, también mucha ayuda».

 

Gracias al acuerdo entre el Zinemaldia y SOS Racismo, más de 50 personas han podido asistir a alguna de las proyecciones del festival

 

También presentes en el Zinemaldi Alternatiboa

SOS Racismo Gipuzkoa y la Red de Acogida Ciudadana también han participado en el festival de cine alternativo al oficial, que convive en la ciudad en las mismas fechas. El Zinemaldi Alternatiboa proyectó el documental En la Calle en la Trinitate Plaza de la Parte Vieja, que cuenta en primera persona las experiencias de jóvenes de origen migrante que llegan solos a la ciudad y en muchas ocasiones terminan en situación de calle. 

El documental, con guión y dirección de David Macián, se emitió también en EITB este verano, tras su paso por 9 festivales de cine. Si no te pudiste acercar a la Trini, recuerda que puedes verlo online, aquí.